Al cumplir los 50 años, sentí que debía hacer un cambio en mi vida prepararme para una vejez sana, física y mentalmente. Pero el mito mas fuerte cuando se tienen 50 años es que no se puede bajar de peso ni menos tener un porcentaje de grasa saludable cuando toda la vida había sido “gordita”. Partí al gimnasio y durante 6 meses estuve full, me moría de hambre y a pesar de que había logrado bajar varios kilos llegó un punto que ya no bajaba ningún gramo y me sentía sin fuerzas, intuía que algo estaba haciendo mal. Hasta ese momento había visitado 2 nutricionistas sin resultados.